Tal como se aconseja de
que cada año, antes de prenderlas, se verifique que las estufas a gas funcionen
correctamente, también se aconseja que cada año, se purguen los radiadores de
las calderas. Purgar los radiadores de las calderas mejora el sistema de
calefacción, y permite que el sistema sea más eficiente.
Los radiadores suelen
acumular oxigeno dentro de ellos y esto es lo que hace que tiren menos calor
del que deberían. Por este motivo, se deben purgar los radiadores, es decir,
quitarles el oxigeno de adentro, para que cada radiador tire el calor que
necesario para que sobrevivamos al frío. El hecho de purgar los radiadores y
que funcionen mejor, va a significar también que ahorremos energía y no
derrochemos.
La manera de purgar un
radiador de la calefacción no es nada complicado. Cada radiador posee un
purgador (un pequeño aparato que se ubica en los extremos superiores) que puede
ser manual o automático.
Si es un purgador automático,
no deberá hacer nada, ya que como su nombre lo indica, el radiador se purgará
automáticamente.
En cambio, si es un
purgador manual, deberá hacerlo usted. La manera de purgar un radiador es con
un destornillador plano, o una herramienta especial (si el radiador posee un
enganche diferente). El proceso de purgar el radiador (es decir, sacar el
oxigeno de adentro del radiador) consta de girar el purgador (lentamente y MUY
poco) para que se vaya el exceso de oxigeno. Se recomienda que coloque un
pequeño recipiente debajo del purgador, porque luego de que sale el oxigeno,
comenzará a salir el agua de adentro del radiador; aquí, es cuando debe girar y
cerrar el purgador. Tenga cuidado de no girar mucho el purgador, porque puede
empezar a salir mucho agua y tendrá problemas.
Se recomienda que se
comience a purgar los radiadores de la planta alta y luego la baja, en caso de
que tenga dos plantas o más en su casa; o si tiene una sola planta, se aconseja
que comience por los radiadores que están más cercanos a la caldera.
Como ve, purgar los
radiadores no es nada complejo, es cuestión de hacerlo con cuidado. De esta
manera, con los radiadores purgados (y libres de oxigeno) su calefacción
funcionará mejor.
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