Hoy en día aquellos que desean sacar un crédito en Argentina están viviendo una aventura increíble. Conseguir un crédito hipotecario se ha vuelto un blanco complicado, y ahorrar para comprar una casa, también.
Según cálculos de hace dos años atrás, se requiere un sueldo de alrededor de $11.000 pesos mensuales para poder aplicar a un crédito hipotecario. Esto da como resultado, que gran parte (por no decir la mayoría) de los argentinos, no puedan ni intentar aplicar a ellos. Por otro lado, los bancos, desde la crisis del 2001-2002, han apuntado a dar créditos más pequeños, apuntando al consumo y no a la compra venta de casas.
Asimismo, para hacer la situación más difícil, los precios de las viviendas siguen aumentando cada día más, debido a una serie de incertidumbres económicas por las que está pasando el país. El hecho de tener esta incertidumbre, y no existir políticas económicas a futuro, hacen también que mucha gente dude en sacar un crédito a largo plazo.
La suba en los precios, la baja en el ahorro mensual, el aumento del mínimo para aplicar a un préstamo, y los impedimentos que los mismos bancos imponen para su acceso, hacen que la idea de comprar una casa sea cada vez más lejana.
Por otro lado, en la actualidad, el incremento de construcciones de edificios e inmuebles sigue en auge. Aquellos que pueden acceder a comprar un departamento, por más pequeño que sea, lo ven como inversión y lo ponen en alquiler.
Con toda esta situación, se puede llegar a la conclusión de que el negocio de los alquileres y de la construcción está y seguirá en aumento por un tiempo, mientras que la idea de comprar una casa para la familia, se ve cada vez más lejana y complicada de alcanzar. A menos que uno esté dispuesto a no consumir ni comer por unos dos años (si el ingreso es relativamente alto), en el futuro no muy lejano, comprar una casa o adquirir un préstamo hipotecario son algo que no mucha gente puede considerar.
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