Debido a las normativas impuestas
durante los últimos meses, el mundo inmobiliario se ve cada vez más afectado.
Desde noviembre, cuando comenzaron las imposiciones de la compra de divisas, la
actividad comenzó a bajar. Mes a mes, esta situación no fue mejorando, aunque
en la actualidad se están buscando maneras de solucionar la situación.
El problema mayor está en que los
vendedores quieren dólares y los compradores no pueden conseguirlos. Esto ha
hecho que las transacciones de compra-venta de inmuebles se hayan paralizado.
Pero esto no solo afectó a este tipo de transacciones, ya que también, durante
los últimos meses, se ha emitido un menor número de permisos de obras. Según Carlos
Sotelo, vicepresidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios de Capital
Federal, “no se debe olvidar que si se para el mercado inmobiliario, se cae la
industria madre que es la construcción, que fue vital (…) para recomponer la
economía tras la crisis de 2002”.
Según las estadísticas, la
situación no parece mejorar, sino todo lo contrario. Por estos motivos, la
industria inmobiliaria, está buscando soluciones para destrabar la situación.
Una de estas soluciones es la pesificación.
Según Fernando Lago, director de
la Cámara Argentina de la Construcción (CAC), la tendencia de pesificar los
contratos “ya está generalizada y (también) el lanzamiento de los nuevos
fideicomisos en pesos”. El problema está en que la opción de pagar las cuotas
en pesos es válido para la construcción “desde el pozo”, pero los dueños de
viviendas ya construidas, no adhieren a este método y quieren dólares.
En conclusión, mientras siga la
traba en la compra de divisas, (sumado a la traba de importar materiales de
construcción), el área inmobiliaria se seguirá viendo afectada, y la baja en
los movimientos inmobiliarios y construcciones podría seguir en baja. Sin
embargo, ante la situación, los agentes y especialistas inmobiliarios, ya están
buscando otras maneras de frenar y mejorar esta situación.