Estado de las viviendas sociales en Buenos Aires

El Instituto de Vivienda de la Ciudad (IVC) tiene como objeto la planificación y el desarrollo de planes para que la gente pueda adquirir su vivienda. Este objetivo se realiza a través de la construcción, la urbanización y la promoción de la vida en comunidad de los vecinos.

Uno de los programas más desafiantes y costosos es el de la urbanización de barrios carenciados y villas en Buenos Aires. Durante los próximos 4 años se ha estipulado construir 7.000 viviendas, y en total se planea (en un futuro) llegar a la construcción de 25.000, junto con la infraestructura correspondiente.

Asimismo, con la idea de mejorar la calidad de vida de los sectores más carenciados, se realizan diferentes obras como el tendido de red eléctrica; la instalación sanitaria y cloacal; el mejoramiento de pasillos; entre otras.

Otro mecanismo, además del de construir casas de cero, es el de adquisición y recuperación de edificios ya existentes, para luego ser adaptadas. El IVC compra edificios paralizados u otras edificaciones que no estén siendo utilizadas, mediante licitación pública, y luego se encarga de reinstaurar los edificios para luego venderlos y financiarlos, de ser necesario.

El Instituto de Vivienda de la Ciudad posee una gran cantidad de programas que apuntan a las necesidades de cada familia de la ciudad para que cada uno pueda tener así un hogar digno donde vivir. La mayoría de los programas del IVC tienen varios años. Algunos de ellos se han visto afectados por la crisis del 2001, y a partir de allí han tenido que reorganizarse para poder seguir en pie y poder cumplirse a fondo.

Los programas de viviendas sociales en Buenos Aires parecen estar bien planificados, será cuestión de tiempo hasta ver que se cumplan y así lograr que muchas más familias puedan tener un hogar donde vivir y puedan, en el futuro, mejorar su modo de vida.

Vivir cerca de la vía del tren y las obras en construcción

Vivir cerca de las vías del tren o estar rodeado de obras en construcción puede ser una de las cosas más molestas que pueden pasar. Aquellos que vivieron por muchos años, puede que se acostumbren a los ruidos de las vías o la bocina de la locomotora al pasar, pero las obras en construcción, al ser temporarias, suelen molestar siempre.

Si bien el ruido de la ciudad es parecido en todos lados, estos ruidos particulares pueden empeorar la situación. Asimismo, aunque el oído se acostumbra a los sonidos constantes y uno puede vivir con ello, pueden generar un poco de stress.

Un punto a favor que si se puede destacar de vivir cerca de las vías del tren es que, si usted usa este medio de transporte, no tiene que caminar mucho para tomarlo. Sin embargo, si usted vive cerca de la estación o de un paso a nivel, el ruido puede ser más fuerte, ya que muchos autos tocan bocina para que el auto delantero avance o el tren toca bocina cuando llega a la estación, o se va.

Las obras en construcción son un caso aparte. Como dijimos anteriormente, esto es pasajero, lo cual puede verse como positivo. Sin embargo, el que haya ruidos nuevos y constantes a los que uno no esta acostumbrado hace que uno los note más. Además de los ruidos, el polvo y la suciedad producida por la sobras puede ser algo molesto.

Por otro lado, comprar o alquilar una casa cerca de las vías puede ser más barato. El problema está en que a la hora de venderla, también lo será. En cambio, si su barrio está teniendo muchas obras en construcción, en un futuro, puede beneficiar la venta de su casa.

Como conclusión, dependerá de uno ver las ventajas y desventajas que puede implicar vivir cerca de las vías del tren y cuanto puede llegar a molestarle el ruido, o ver si hay algún movimiento que pueda molestar cuando pasa el tren. Por otro lado, las obras en construcción pueden ser una molestia, pero tampoco hay mucho que podamos hacer, y acabará en unos meses.

Los departamentos con amenities predominan a la hora de invertir

Desde el 2007, el boom de los amenities fue tomando vigor y forma. Desde ese entonces hasta la actualidad, los servicios extra dentro del departamento son un punto muy importante a la hora de decidir donde comprar o alquilar. Con esta tendencia, es común que muchas constructoras e inmobiliarias estén generando departamentos pequeños, pero con muchos amenities.

Si bien muchos indican que la idea queda solo en tener amenities y que después no se utiliza mucho, la realidad es que en la actualidad mudarse a un departamento (y no a una casa) permite que muchos sueños queden en pie y se cumplan. Por ejemplo, mucha gente siempre ha querido una pileta en su casa, o una parrilla para invitar a sus amigos, o bien un jardincito donde poder relajarse. Gracias a los amenities, hoy en día, eso puede tenerse aún viviendo en un edificio de departamentos.

Los amenities se han vuelto populares por este motivo. Además, la misma tendencia genera aumento de demanda, y mucha gente (especialmente jóvenes) a la hora de mudarse prefieren un departamento con amenities.

Dentro de las opciones de amenities que se pueden encontrar en un edificio de departamentos existen algunos básicos y otros extraordinarios: Pileta, parrilla, Salón de Usos Múltiples, jardín, gimnasio, sauna seco y húmedo, hoyos de golf, salas de yoga, instructor de pesas, kid clubs con niñeras, plaza con juegos para chicos, microcine, deck con solarium, laundry room, entre otros.

Las personas que más se interesan en comprar o alquilar un departamento con amenities son los jóvenes, las parejas o los matrimonios con chicos.

Los motivos de elegir este tipo de vivienda son varios. En primer lugar, se cree que es una manera de sociabilizar con los vecinos por otros medios, y no solo cuando se cruzan en el pasillo o en la puerta del edificio. En segundo lugar, también se piensa que el tener un gimnasio, pileta, o un lugar para lavar la ropa en casa, hace que uno no tenga que ir a un gimnasio o pagar un lavadero (u ocupar espacio en casa para el lavarropas para el último caso)

En fin, por varios motivos, a la hora de invertir, la gente sigue optando por mudarse a un departamento que, aún siendo pequeño, tenga amenities para poder utilizar.

La dificultad para acceder a la vivienda por falta de créditos

Hoy en día aquellos que desean sacar un crédito en Argentina están viviendo una aventura increíble. Conseguir un crédito hipotecario se ha vuelto un blanco complicado, y ahorrar para comprar una casa, también.

Según cálculos de hace dos años atrás, se requiere un sueldo de alrededor de $11.000 pesos mensuales para poder aplicar a un crédito hipotecario. Esto da como resultado, que gran parte (por no decir la mayoría) de los argentinos, no puedan ni intentar aplicar a ellos. Por otro lado, los bancos, desde la crisis del 2001-2002, han apuntado a dar créditos más pequeños, apuntando al consumo y no a la compra venta de casas.

Asimismo, para hacer la situación más difícil, los precios de las viviendas siguen aumentando cada día más, debido a una serie de incertidumbres económicas por las que está pasando el país. El hecho de tener esta incertidumbre, y no existir políticas económicas a futuro, hacen también que mucha gente dude en sacar un crédito a largo plazo.

La suba en los precios, la baja en el ahorro mensual, el aumento del mínimo para aplicar a un préstamo, y los impedimentos que los mismos bancos imponen para su acceso, hacen que la idea de comprar una casa sea cada vez más lejana.

Por otro lado, en la actualidad, el incremento de construcciones de edificios e inmuebles sigue en auge. Aquellos que pueden acceder a comprar un departamento, por más pequeño que sea, lo ven como inversión y lo ponen en alquiler.

Con toda esta situación, se puede llegar a la conclusión de que el negocio de los alquileres y de la construcción está y seguirá en aumento por un tiempo, mientras que la idea de comprar una casa para la familia, se ve cada vez más lejana y complicada de alcanzar. A menos que uno esté dispuesto a no consumir ni comer por unos dos años (si el ingreso es relativamente alto), en el futuro no muy lejano, comprar una casa o adquirir un préstamo hipotecario son algo que no mucha gente puede considerar.

Cuanto influye el incremento de viviendas en las inundaciones de CABA

Durante los últimos años y hasta hoy se ha visto un incremento cada vez mayor en la construcción de viviendas, especialmente de edificios de departamentos, en toda la Ciudad de Buenos Aires. Ya desde hace unos años, se han destruido las casas antiguas que antes solían ser remodeladas, para convertirse en masas de cemento donde puedan vivir muchas más personas. Pero esto trae a cuenta una pregunta a un posible problema no menor: ¿cuánto puede influir esto en las inundaciones que se generan en la Ciudad de Buenos Aires?

La respuesta es sencilla: Influye mucho.

La creciente cantidad de construcciones reduce el área útil para evacuar el agua lo que la hace más factible a inundarse. Asimismo, al haber más utilización de cañerías, estas se estancan debido a que la estructura original no está preparada para tantas construcciones. Esto quiere decir que en caso de haber una precipitación fuerte, que produzca el aumento en la cantidad de agua a drenar, se producirá un estanque; y, en consecuencia, inundaciones.

Al no haber una planificación previa para la construcción, y al haber un aumento veloz e incesante en la construcción de viviendas, se pueden ver muchas consecuencias, dentro de las cuales se ve el agravamiento de las inundaciones. Para evitar estos problemas, es necesario que se planeen proyectos a largo plazo que organicen la planificación urbana de manera que no se siga agravando esta situación.

Por lo tanto, si bien el problema de las inundaciones en varios barrios de la Ciudad de Buenos Aires se han producido por muchísimos años, la construcción desmedida de nuevas viviendas, esta logrando que el problema empeore. Asimismo, si se suman los problemas que cada vez se hacen más evidentes en relación al calentamiento global (entre ellos, el aumento de las precipitaciones), la situación se tornará cada vez más complicada de controlar. Todo esto debe analizarse, tanto por las empresas constructoras, como por el gobierno, para así evitar que cada vez haya más inundaciones, y más problemas para todos los ciudadanos de la Ciudad de Buenos Aires.

Proyecto para urbanizar la Villa 31 en Retiro

La Villa 31 y 31 bis, ubicada en la zona de Retiro (rodeando la autopista Arturo Illia), ocupa aproximadamente unas 20 hectáreas. Aunque no hay datos certeros acerca de cuantas personas viven allí, según un censo se aproximan a las 27 mil; sin embargo, según estadísticas de organizaciones, se calculan que unas 47 mil personas podrían estar habitando la zona. Esto ha hecho que, a falta de territorio donde construir casas, la gente haya comenzado a construir para arriba.

Allí, debido a que las construcciones se hacen con los materiales que se puedan conseguir, más de 60 construcciones se encuentran en peligro de derrumbe. Esto, y otros motivos, han generado la iniciativa de promover la urbanización de la Villa 31 de Retiro.

Hace más de dos años, se aprobó la ley para realizar el proyecto de la urbanización de la Villa 31. Esta ley ordena la creación de una Mesa de Gestión y Planeamiento Multidisciplinaria y Participativa, para que organice y genere el proyecto. La Mesa está conformada por representantes del Poder Legislativo y Ejecutivo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y de la Nación, la Universidad de Buenos Aires, el Equipo Técnico que elaboró el "Anteproyecto Barrio 31 Carlos Mugica" y, delegados electos de las Villas 31 y 31 bis, entre otros. Luego de dos años, este grupo de personas ha logrado firmar un dictamen que especifica algunos puntos que faltaban organizar para así lograr el comienzo de la urbanización de la villa 31.

Dentro de la ley, se dispuso que no se desalojará a la gente, solo se relocalizará a aquellos que se encuentren en algunos lugares peligrosos o donde haya hacinamiento de personas. Según alguna información brindada, para urbanizar la villa 31 es necesario tender calles, hacer obras de infraestructura (cloacas, luz, gas) y se estima que se deben construir alrededor de 9 mil viviendas.

Luego de varios años de análisis y disputa, el proyecto de la urbanización de la villa 31 parece estar comenzando a moverse. Es cuestión de esperar a ver si realmente el proyecto se vuelve realidad.

Ventajas y desventajas de vivir en un barrio cerrado

En la actualidad, mucha gente está considerando mudarse a barrios cerrados. Estos, además de ofrecer otro ámbito de vida, suelen tener seguridad, y eso, es algo que se tiene en cuenta.

Sin embargo, no todo es color de rosas, ya que hay algunas cuestiones que se debe tener en cuenta al vivir en estos sitios. Aquí mencionaremos algunas ventajas y desventajas sobre vivir en un barrio cerrado.

Comencemos por lo bueno. El punto a favor más importante de vivir en un barrio cerrado es la conexión y el estar rodeado de naturaleza y tranquilidad. La gente puede ir a pasear por zonas “verdes” que se encuentran dentro del predio y así relajarse luego de un día de trabajo. Asimismo, los chicos más pequeños pueden jugar en el jardín o parques que los barrios cerrados ofrecen. Hoy en día, en la ciudad, los chicos no pueden jugar en la calle como se podía hacer hace varios años atrás. En cambio, los barrios cerrados sí le dan la posibilidad de poder andar libres por el predio.

Otro tema, es el de la seguridad. Si bien hoy en día, la gente que vive en barrios cerrados admite que cierra las puertas con llave antes de irse, la seguridad dentro de un barrio cerrado es mucho mejor y se vive más tranquilo que en la ciudad.

Otra ventaja que puede traer un barrio cerrado es que varios de ellos ofrecen un sector común para todos los que viven allí, con lo que suele ofrecerse un espacio para realizar reuniones, etc. sin costo adicional. Esto hace que no uno no tenga la necesidad de tener que poner la casa de uno para las fiestas y cumpleaños. Asimismo, suele haber una pileta para todos, con lo que los que no la tienen en su casa, pueden ir allí sin ningún problema.

Por otro lado, la mayor desventaja que tiene vivir en un barrio cerrado es la distancia. Si bien hoy en día, los barrios cerrados suelen estar rodeados de paseos comerciales, o tienen algunos shoppings y hipermercados cerca, uno se siente aislado. La ciudad y los centros urbanos te permiten salir en todo momento a comprar algo, mientras que en los barrios cerrados hay que salir, manejar, entrar… Este problema suele aparecer más cuando hay chicos adolescentes, que quieren salir a la noche y hay que llevarlos y traerlos.

Un punto que hay que tener en cuenta es que sea donde sea que viva, seguirá teniendo vecinos. El vivir tanto en la ciudad como en un barrio cerrado no evita que usted pueda llegar a tener roces con ellos. Lo interesante de estar en el barrio cerrado, es que suelen permitirse hacer “denuncias” en administración y así evitar seguir teniendo esos problemas. Sin embargo, no siempre es bueno tener ese tipo de relación con un vecino, y quizás sea mejor arreglarlo entre los dos y no acudir a un tercero.

Como todo en la vida, elegir donde vivir no es sencillo. Y todo lo bueno tiene algo malo. Sin embargo, es cuestión de que haga un balance de los pros y los contra en su caso particular y ahí ver donde prefiere vivir, si en la ciudad o en un barrio cerrado.